Cómo formular objetivos de forma óptima
Nuestro cerebro se comunica con nosotros, no con un idioma, sino ¡con dos idiomas a la vez! y, si queremos avanzar de forma fluida y desde el disfrute hacia nuestros objetivos, tendremos que asegurarnos de que los dos idiomas expresan lo mismo.
De lo contrario, podemos iniciar una carrera interminable que nos llevará a la eterna búsqueda, al eterno aprendizaje o a encontrarnos una y otra vez con aquello que “intento” dejar o abandonar… Esto traerá frustración, minará la autoestima y finalmente, hará que abandonemos nuestros propósitos y nos quedemos con la idea de “no puedo”…
¿Te suena esto de algo?… A mí me ocurrió unas cuantas veces…
Accede directamente a lo que más te interese:
Los dos hemisferios cerebrales
El cerebro está dividido en dos hemisferios. Así, muy brevemente:
El hemisferio izquierdo (HI) es el intelectual, el que piensa y razona. Se comunica a través del lenguaje y aprende a través de los datos, el estudio y las experiencias pasadas.
El hemisferio derecho (HE) es el emocional, el intuitivo. Se comunica a través de las imágenes y aprende explorando y sintiendo.
Una buena formulación de objetivos, tiene que sincronizar el lenguaje con la imagen y establecer la coherencia entre lo que se piensa y razona y lo que se siente y explora.
Sincronizar los dos hemisferios
Los dos hemisferios cerebrales están continuamente comunicando cosas, te des cuenta o no, y no puedes pararlos.
Sincronizar nuestro cerebro es hacer que ambos hemisferios se pongan de acuerdo y trabajen de forma conjunta en la misma dirección.
De esta manera:
- aprovechamos todos los recursos que disponemos,
- eliminamos contradicciones internas,
- aumentamos la claridad mental y la capacidad de disfrute y
- disparamos la probabilidad de éxito en todo aquéllo que hagamos.
Con un poco de entrenamiento puedes alimentar el enfoque que quieres que tengan ambos hemisferios y elegir la atención que le quieres prestar a lo que cada uno de ellos te cuenta.
Este entrenamiento se desarrolla a través de la meditación, la observación de los pensamientos y una serie de prácticas enfocadas a desarrollar y equilibrar el uso de ambos hemisferios.
En otro post te contaré cómo se hace esto, pero ahora vamos a ver un par de reglas que harán que ambos hemisferios se sincronicen en la formulación de objetivos.
El audio: Pasos para formular objetivos
Si te gusta más, puedes escucharme en este capítulo del Podcast Sentir y Crecer:
Formular objetivos sincronizando el cerebro
- La primera regla es: Expresar y redactar objetivos en positivo.
El hemisferio derecho no entiende el «no» porque no tiene una imagen para expresar el «no» que no incluya lo que se quiere negar.
Si decimos “No quiero fumar más”, el hemisferio izquierdo, lo entiende perfectamente, pero tu hemisferio derecho ya habrá traído a tu mente una imagen de ti fumando… aunque esté tachada, distorsionada… lo que quieras, pero incluirá la imagen del fumar.
Esto crea una incoherencia, que dificultará el logro del objetivo porque el HI te dirá que no quieres, pero el HD te dirá que sí… y además te recordará lo placentero que te resulta…
¿Cómo lo expresaríamos, entonces?
Conecta con aquello positivo que te proporciona el objetivo y exprésalo desde ahí.
Por ejemplo: “Quiero respirar aire puro entrando a mi cuerpo”, “Quiero ampliar mi resistencia física”, “Quiero cuidar mi salud”…
Todas estas afirmaciones enfocan tanto el HI como el HD hacia el mismo logro… ambas partes se centran en lo que quieres conseguir y a medida que mantengas este enfoque, el antiguo se desvanecerá… y lograrás tu objetivo…
- La segunda regla es: Expresar y redactar objetivos en presente realizado, es decir, como si ya se hubieran cumplido.
Esto, al principio suena muy raro porque parece que nos estamos autoengañando; sin embargo, cuando decimos “respiro aire puro” o “cuido mi salud”, el HD será capaz de crear la imagen mía, presente en la que respiro y desde ahí, podré hacerlo realidad.
Podemos hacer realidad todo aquello que somos capaces de imaginar; pero primero lo tenemos que imaginar.
Si formulo el objetivo en términos de “Quiero (o deseo) respirar aire puro”, puede que lo que consigamos es pasarnos la vida “queriendo” o “deseando” respirar aire puro, porque lo que mi HD refleja en imágenes es a mí deseando y no a mí “haciendo”, “respirando”…
Último paso: Filtro SMART
SMART son las iniciales, en inglés, de las palabras:
Específico – Specific,
Medible – Measurable,
Alcanzable – Attainable,
Realista – Realistic y
Temporal – Timely.
Es una regla nemotécnica, de las más conocidas y utilizadas en coaching y en el ámbito empresarial, que añaden una serie de características a tener en cuenta a la hora de formular objetivos.
Estas características lo que hacen es contextualizar el objetivo, “bajarlo a tierra”, podríamos decir…
Ya hemos pasado el filtro de los saboteadores inconscientes y le hemos dado un significado único dentro de nuestro cerebro. Ahora hay que materializarlo y concretarlo para poder trabajar con él.
Y para esto, nos sirve el filtro SMART:
- Específico
Primero visualiza tu objetivo con todo tipo de detalles y después escríbelo. Concrétalo al máximo y especifica bien cómo lo quieres.
Olvídate de términos como mejorar, más, menos… todo esto son indeterminaciones que nos mantendrán siempre en la búsqueda de algo que no terminamos de conseguir.
¿Qué es mejorar para ti?, ¿Cuánto más? o ¿Cuánto menos?…
- Medible
Esto es algo muy importante: ¿cómo sabrás que ya has conseguido tu objetivo?
A menudo lo olvidamos y eso hace que perdamos la perspectiva de dónde empezamos y a dónde hemos llegado, sobre todo si son objetivos a largo plazo.
Poder medir los avances que vamos realizando, nos mantendrá en contacto con el progreso y eso nos servirá de impulso para continuar adelante.
Además, nos permite tomar consciencia de nuestros logros. Esto afianza nuestro poder personal y transforma el “no puedo” en “sí puedo”
… aunque tenga que hacer miles de ajustes por el camino…
- Alcanzable y Realista
Estas son dos reflexiones interesantes a realizar porque nos ponen frente a nuestra exigencia, nuestros límites, nuestros deseos…
Si alguien lo ha hecho ya, yo también puedo hacerlo… ¿cómo lo hicieron otros? ¿qué puedo aprender de ellos?…
Si todavía no lo ha hecho nadie ¿es viable para mí?… ¿qué necesito?… ¿con qué ayuda puedo contar?
En mi situación actual, con mis condiciones actuales ¿puedo llevar esto adelante?…
Este es el momento en que el hemisferio izquierdo debe utilizar su capacidad de razonamiento y valorar el objetivo en estos términos… no antes, porque
El proceso que hemos seguido hasta aquí nos ha conectado con nuestra energía más sentida, pura y dinámica y esto genera la actitud de acción, compromiso y responsabilidad necesarias para iniciar la puesta en marcha.
- Tiempo
Por último, el tiempo… ¿cuál es el horizonte temporal que me pongo para este objetivo?, ¿en cuánto tiempo quiero conseguirlo?
En función del plazo que me ponga, tendré que hacer unas acciones u otras, prestar más dedicación o menos… ¿cuál es mi disponibilidad?…
Si hemos llegado hasta aquí, ya tenemos un objetivo coherente con nuestros anhelos profundos, perfectamente entendido y apoyado por todo mi cerebro, que “sí puedo” alcanzar en el plazo que me he propuesto.
Ahora solo queda ponerse en marcha y ¡conseguir nuestro objetivo!
Hola!!
Visto así que fácil parece… pero como cuesta. Voy a empezar a ser más concreta con mis objetivos para no machacarme luego tanto. Y sobretodo sincronizar hemisferios 😉
Melani una vez más felicitarte por tu esfuerzo en este blog.
Graciassssss por tu trabajo. Un besito
Todo es cuestión de práctica… al principio cuesta un poquito, pero si nos lo proponemos, pronto fluirá solito.
Gracias, guapa 🙂
Un abrazo fuerte.
Mel, genial el artículo, me ha encantado refrescar el tema de como formularme objetivos. Gracias, guapa!
Me alegro 🙂
Gracias a ti, guapa.
Melania, me ha encantado tu artículo, fácil de leer, de entender, aunque qué difícil ponerlo en práctica sin errar, pero entiendo que es parte del camino y del proceso, caer y levantarse una y otra vez sin desfallecer
Un placer leerte una vez más.
Un beso enorme preciosa
Muchas gracias, guapa.
Los errores siempre nos enseñan cosas nuevas.
Lo importante es ponerse en marcha y «experimentar».
Un abrazo fuerte, preciosa… y si te atascas al ponerlo en práctica, no dudes en escribirme.